Cerrados
Piensa en lo que quiere ser, y no lo tiene siempre claro. A
veces se ve a ella misma envuelta en un abrazo, otras ve a alguien que le
sujeta la mano, la mano cambia, pero siempre es una mano amiga, una de esas que
le sujetan todos los días, y le hacen que se pueda mantener de pie, que le
hacen flotar cuando tiene el agua al cuello, de esas que te dibujan sonrisas
con lápices de colores. Muchas otra veces, cierra los ojos y se ve sola,
fuerte, poderosa, segura y con unos tacones altos muy altos. Se ve feliz.
A veces tiene un ordenador bajo las manos, otras veces un
bolígrafo entre los dedos. Muchas otras una persona al frente, muchas personas
al frente, una silla vacía. Se ve en una
reunión importante, con todo el mundo vestido de traje. Se ve en una reunión
importante, con todo el mundo con batas blancas.
Se ve fuera, y se ve
dentro, con palabras que salen a toda velocidad de su boca, en todos los
idiomas. Tan pronto ve un rascacielos como un huertecito y sólo un huertecito.
Con tomates, muchos tomates muy ricos que luego pone encima de una mesa de
madera. Ve verde. Respira. También ve el ritmo frenético de una gran ciudad, una
muy importante, de esas en las que la gente está tan ocupada mirando su reloj
que pasan sin ver la felicidad cuando se cruzan con ella.
Si está animosa, se ve feliz, pero si no…ay si no! Entonces
se da cuenta, de que su miedo es la infelicidad. Su miedo es reflejarse en el
espejo y ver todo eso que un día vio y pensó que era irreal, que eran sólo
cuentos que merecían ser contados, como personajes de galaxias lejanas. Tiene
miedo de ser esa Concha, esa María, o esa Julia, de mirarse al espejo, y que
él, desafiante le devuelva la mirada, clavando las pupilas en lo más hondo de
su alma y le descubra que el pasado no fue más que un vaticinio, que renunció a
todo aquello que veía cuando cerraba los ojos, al huertecito y a la ciudad, a los tacones altos y al
bolígrafo entre los dedos, a las personas. A ella. Tiene miedo de perderse, y
de no reconocerse.
También ve una chimenea. Ve naranja. El calor. Humanidad.
Y fortaleza. Una manta. Y una biblioteca,
siempre ve una pequeña biblioteca.
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